martes, 19 de mayo de 2009

El más viejo de los sabios

Tocarte, compañero, me gusta sentirte;
Llorar las sucias palabras que salen de ti
Por sobre todas las cosas, amarte,
Eres a quien yo elegí.

Podremos ser uno en aquellas noches
Y sufrir aquel final que me anuncias,
Me gustan aquellas sensaciones,
Se apoderan de mí, haciéndome pura.

A veces me gusta observarte, sólo mirarte,
De los errores aprender sin que lo sepas,
Acariciarte.
Deseo sentir tus pétalos en mis manos,
Ser parte de ti en mi corazón de cristal,
Que hablemos y comentemos con tal suavidad.

Flechazos que hacen pensar al corazón ardiente,
Felicidad con tu aprendizaje, dejas tu huella.
Te marchaste sin irte,
En silencio pensaba en ti,
Me enseñaste a quererte
y sin quererlo te creí.

Ya sé quien eres querido libro,
Compañero viajero de la vida mía.
El mejor maestro que al corazón enviaste
Siempre quiero sentir tu energía.

Ya no miento más, amigo mío,
Paginas viejas amarillentas,
Licor de mi alma no te vayas,
No quiero sentir que tus palabras callan.

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